jueves, 7 de marzo de 2013

¿Se fue?


Todo comenzó de madrugada, el Sol estaba apunto de salir, yo empezaba a pensarte. 
Son las 6 de la mañana, el Sol comenzó a vislumbrarse por las montañas, yo te buscaba a lado de mi cama, pero no estabas. Fue un miércoles, recordé que esos días sales temprano a correr, todo volvió a estar normal, pero yo seguía pensándote.
  "Cuando llegue, la sorprenderé ya con la cama tendida y el aseo hecho desde temprano para que no tuviera nada de qué preocuparse en todo el día", pensé. Le preparé el desayuno que más le gustaba. Ya eran casi las 8 de la mañana, ella estaba apunto de volver, siempre volvía a esa hora, pero hoy no, ella no regresaba... Miré el reloj y ya eran las 10 de la mañana, me empecé a preocupar. Le marcaba a su celular pero ella no contestaba, llamé a casa de sus padres, línea deshabilitada me decía una voz del otro lado del teléfono. La busqué donde su mejor amiga, en la puerta había una nota que decía: "me fui para nunca volver". Entré en pánico, volví manejando rápidamente a la casa, en el camino pensaba que tal vez ella ya estaría en casa. Me pasé 3 semáforos en rojo pero eso no me importó, lo único que me importaba en ese momento era que ella estuviera bien y a salvo en la casa. Llegué a la casa, el nerviosismo hacía que mis manos comenzaran a temblar, no podía meter la llave en la cerradura. Respiré, intenté tranquilizarme aunque era casi imposible, lo logré. Entré a la casa y para mi gran sorpresa, ella no estaba ahí. Recuerdo que el brillo que había en mis ojos el día que la conocí, y que había permanecido en mis ojos todo el tiempo que había estado con ella, estaba desapareciendo, se empezaron a tornar llorosos. Corrí a nuestra habitación, miré entre sus cosas pero no había nada, se había llevado todo. No dejo ni una prenda para poder recordar su olor, no dejó nada. Estallé en llanto.

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